MARINERA  LIMEÑA

La marinera limeña es garboza y señorial, de pasos cortos, exige reglas estrictas en sus cantos y bailes sumamente elaborados. A diferencia de las versiones norteña y puneña que se desarrollaron en espacios más abiertos y permiten evoluciones más elaboradas, la marinera limeña -cultivada como baile de salón- es ejecutada con sutileza por los danzantes, quienes se valen del gesto, la sonrisa y la mirada para decir lo que calla su discreta coreografía.

No obstante a las notables diferencias que presenta la marinera limeña con el resto de variantes desarrolladas en el país (norteña, puneña, ayacuchana, etc), comparte con éstas una estructura común, compuesta por la Primera, Segunda y Tercera Jarana, Resbalosa y Fuga.

La vestimenta de la marinera limeña destaca por su elegancia y sobriedad. La pieza principal es un vestido de mangas abombadas confeccionado en seda, raso o material similar que se extiende hasta la altura de los tobillos.